¿Qué tipo de persona eres con respecto a la expectativa?
Inconformista:
Hay quien ignora toda realidad que no encaje con su expectativa. Es fácil que no lleguen a fin de mes por falta de una planificación realista, compran caprichos que no se pueden permitir y cuando llega la siguiente cuota de hipoteca o alquiler necesitan un rescate. No son capaces de ahorrar para las vacas flacas. Su máxima es: porque yo lo valgo, hay que vivir.
Pesimista:
Hay quien se prepara para la peor expectativa posible, en plan: si puedo sobrevivir a esto ya solo puede mejorar. Pero como siempre se ponen en lo peor nunca llegan a la parte de disfrutar de la vida. Siempre están preocupados en exceso, perdiéndose el presente mientras se preparan para el peor resultado posible.
Perfeccionista:
Hay quien vive en un constante aplazar su vida: ahora toca sacrificarse y apretarse el cinturón, ya viviré cuando... (Termine la universidad, me estabilice en el trabajo, pague la hipoteca, crezcan mis hij@s...). Al alcanzar un objetivo aparece el siguiente, el momento para relajarse, aflojar ritmo y disfrutar de la vida siempre es un punto lejano del futuro, nunca llega.
La clave de la felicidad es reducir la brecha entre realidad y expectativa.
El tópico:
No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita.