martes, 23 de agosto de 2016

Recogerás lo que siembras, tú también madre

Cuando allá por mi adolescencia le leí por primera vez este poema a la que todavía llamaba "mamá",  fui cara a ella toda ilusionada, orgullosa de mi creación, y su reacción me cayó como un jarro de agua fría.




































Lo que me dejó helada no fue su falta de apoyo o empatía, que a eso ya estaba acostumbrada. Sino sus primeras palabras, que fueron:   -"¿Irene, estás embarazada?"-

Me dejó flipando en colores. No porque eso fuera del todo imposible en mi caso, en fin tenía novio, pero aún no hacíamos nada que puediera provocar un embarazo, sino porque por más que leía y releía el poema, no veía modo de llegar a interpretarlo como la confesión de un embarazo no deseado.

En algún momento, no recuerdo cuanto tiempo después, entendí que solo era la proyección del mayor miedo no experesado que tenía en relación conmigo:
Que su hija repitiera su propia historia. Casada antes de ser mayor de edad porque se había quedado preñada en el zaguan de casa de sus padres cuando perdió la virginidad. Y en aquellos tiempos de dictadura franquista allá por los años setenta las dos opciones eran un viajecito express a Inglaterra o una boda express.

Escogió lo segundo y le salió bien. Al menos por lo que respecta a su marido, su opción escogida.
En cuanto a sus hijos, en fin, después de años se me agotaron todos los recursos tanto diplomáticos como bélicos y corté con ellos por correo postal.

De cuando en cuando, la señora protagoniza algún "intento de acercamiento" con mayor o menor grado de intromisión y agresividad. Las veces que me dejé embaucar no funcionó.

El experimento definitivo fue pedirle que me abrazará en el salón de su casa, en silencio.
No sentí nada. Tras quince o veinte minutos de NO SENTIR NADA la cosa quedó clara, y procuro recordarlo en las escasas ocasiones en que se me cruza por la cabeza dar el más mínimo paso en su dirección, normalmente en momentos en que las convenciones sociales grabadas a fuego educacionalmente tiran en dirección contraria al sendero que mi alma sabe es el acertado en este caso,

Esta mañana he leído un comentario que escribió facebook al poema que abre este post. Me lo dejo aquí guardadito para cuando quiera echarme unas carcajadas y agradezco la oportunidad que me brinda de sanar la huella emocional que áún queda tras el fin de la relación más traumática de mi vida.

La primera frase me provoca un ataque de risa incontrolable cada vez que la vuelvo a leer, ni idea de por qué ocurre, pero ahí está otra vez

 "La vida es muy corta y es una pena no disfrutarla con las personad que mas TE QUIEREN en este mundo raro que nos toco vivir Mi Corazon esta siempre Abierto para recibirte y siempre Estare aqui hasta que me Muera Esperando a ""Mi Niña de ayer " El mejor Regalo que siempre quise tener Te Quiero Irene y Siempre Te Querre cuidate mucho"

Lo justo es postear también mi respuesta:

"Siento desilusionarte, pero ya comprobé hace años que de tu corazón no me llega ni una pizca de amor, ni de ningún otro sentimiento. Siempre elegiste a tu marido antes que a tus hijos, y eso amiga, pasa factura.

Tiene toda la pinta de que tu labor en mi vida ya terminó. Acéptalo y sigue tu camino: “Recogerás lo que siembras” y como bien has dicho, “la vida es muy corta” para desperdiciarla con las personas equivocadas.

Me despido dándote las gracias por el ataque de risa que me ha provocado tu primera frase “La vida es muy corta y es una pena no disfrutarla con las personad que mas TE QUIEREN” me ha costado minutos parar de reír, en serio, ha sido un show, porque estaba en uno de esos multiespacios públicos y he dado todo un espectáculo riendo a carcajadas.

Y tranquila, que sí tengo muy en cuenta "disfrutar con las personas que me quieren" siempre que soy capaz de ello a pesar de todo el lastre que arrastro por haber tomado una decisión equivocada en el momento de reencarnarme.

Y el mundo que nos tocó vivir no es raro Paqui, es solo que nunca te molestaste en entender como funciona."


No hay comentarios:

Publicar un comentario