viernes, 19 de abril de 2019

Mix 2018 Junio-Diciembre

Me encanta publicar en este blog, mucho más que en la fanpage asociada el problema es que con mi móvil cuesta Dios y ayuda escribir una entrada, adjuntar fotos y publicarla, así que al simplificar mi vida y volverme más cómoda, dejé de actualizar el blog.
Ahora, por fin, en un Viernes Santo sola en casa, con mi peque de 15 añitos facturado a casa de un amigo, hago un post repesca de publicaciones de facebook:






Pues el estudio dirá lo que quiera, pero mi experiencia es otra: son personas atrapadas por una amargura que no les permite disfrutar la dulzura a su alcance, ni siquiera verla, y eso somatiza en el cuerpo, en un rechazo a los alimentos dulces.
Conocí un caso extremo hace años; llegó a un punto en que no podía comer ni fruta; su organismo rechazaba cualquier alimento dulce, le sentaba fatal, pero ella no era capaz de ver la relación con esa incapacidad de apreciar los pequeños placeres en su vida cotidiana.








Me ha encantado el diálogo en la foto, por la parte en que el niño da a su sueño la misma validez y nivel de realidad, dando a entender que puede tener una relación con un ser querido en sueños lo mismo que la tiene despierto.
Prestamos poca atención a nuestras vivencias dormidos y a nuestras ensoñaciones.







Que quede claro que me atacó el dueño: tengo una herida sobre la mitad del labio superior y me estuvo doliendo un rato la parte superior izquierda (ceja, frente), me hizo saltar las gafas, las cogí en el aire, a pesar de que me cubrí la cara.
También intentó quitarme el móvil pero logré defenderme, gritando mucho y muy alto desde un primer momento para que me oyera la gente que andaba por la zona paseando a sus perros o haciendo deporte.
Su perro lo único que hizo fue adelantarse como 15 metros y revolver la comida de la mesa, metiendo el hocico y comiéndose parte de lo que había dentro del bolsito nevera.
No obedeció a su dueño cuando lo llamaba.
El que se puso violento fue el dueño, hasta el punto de insultarme, gritarme y pegarme.
Era extranjero pero no se identificar el país, el acento no era sudamericano, ni inglés, ni alemán, ni italiano.
Llevaba gafas. Ni joven ni viejo.
Ten  cuidado si vas por esa zona no vayas a toparte con él.
A ver, para que os quedéis todos tranquilos: la policía ya está informada, pero no pueden tener allí siempre un coche patrulla y en conciencia, me siento responsable de avisar a quien vaya por esa zona.
Me sentiría fatal si mi agresor ataca a otra persona.
Así al menos se que avisé a tanta gente como pude.
























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